Beyoncé y el poder femenino
Beyoncé inició su gira “Cowboy Carter” en Inglewood, California, con un espectáculo cargado de simbolismo, patriotismo y poder femenino. Vestida de blanco, como en su recordada actuación navideña para la NFL, la artista abrió la noche con una versión del himno nacional estadounidense ante un público entregado en el estadio SoFi. El concierto, que se extendió por casi tres horas, marcó el inicio de una gira que recorrerá EE.UU. antes de cruzar el Atlántico hacia el Reino Unido y Francia.
La narrativa del show giró en torno a la reivindicación de la identidad negra dentro de la música country y el lugar de la mujer afroamericana en la historia estadounidense. “Nunca pidas permiso por algo que siempre te ha pertenecido”, decía un mensaje proyectado mientras sonaba “Freedom”, tema que Beyoncé dedicó “a todas las mujeres negras esta noche”. Acompañada de imágenes de momentos clave en la lucha por los derechos civiles, la cantante también abordó temas actuales al interpretar “America Has a Problem” desde un estrado de prensa, envuelta en un traje con recortes de periódicos.
El espectáculo no solo rindió homenaje a sus raíces texanas y a artistas que la precedieron, sino que también ofreció momentos familiares y emotivos. Su hija Blue Ivy formó parte del grupo de baile, y su hija Rumi apareció brevemente en el escenario mientras Beyoncé le dedicaba la canción “Protector”. La estrella cerró la noche con “Amen”, envuelta en un vestido con la bandera de EE.UU. y acompañada por una estatua de la libertad alterada, en una poderosa despedida que reafirmó su mensaje de libertad y orgullo negro.
