Un controlador aéreo evitó un incidente grave en el Aeropuerto Internacional de Orlando al ordenar a un Boeing 737 de Southwest Airlines que detuviera su despegue desde una vía de rodaje.
El vuelo 3278, con destino a Albany, Nueva York, había recibido autorización para despegar desde la pista designada, pero los pilotos confundieron la superficie y comenzaron a acelerar en una calle paralela. La Administración Federal de Aviación (FAA) informó que el avión alcanzó los 128 km/h antes de que la orden de detención fuera emitida.
Las calles de rodaje están destinadas al desplazamiento en tierra y no están diseñadas para despegues o aterrizajes, lo que habría representado un alto riesgo para la aeronave y otras en la zona.
Southwest Airlines confirmó el error y señaló que está cooperando con la FAA y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) para esclarecer lo sucedido. Tras detenerse sin inconvenientes, el vuelo fue cancelado y los pasajeros fueron trasladados a su destino en otra aeronave.
El incidente ocurre en medio de una serie de eventos que han puesto en alerta a la aviación comercial, incluyendo colisiones fatales, aterrizajes forzosos y casi accidentes. Recientes reportes de la NTSB han revelado fallos en la seguridad aérea en distintos aeropuertos de EE.UU. y Canadá, lo que ha intensificado las investigaciones sobre la gestión de vuelos y el cumplimiento de protocolos.
