broken dead large split tree trunk from storm woodland forest photography

Source: Caroline Munsterman / Getty

Una tormenta de gran magnitud ha dejado dos muertos y un rastro de destrucción a su paso por EE. UU., con vientos huracanados, incendios y la amenaza de tornados. El fenómeno meteorológico, que ya ha afectado desde Texas hasta Mississippi, avanzará hacia la costa este con impactos esperados desde Florida hasta Nueva York.

En Dallas, el cielo se tiñó de rojo por el polvo levantado por ráfagas extremas, mientras incendios forestales se desataron en Texas, con al menos 15 focos activos.

El peligro se extiende a las Carolinas y el Atlántico medio, donde se prevén tormentas severas con vientos de hasta 120 km/h. Kansas, Nebraska y Minnesota podrían enfrentar ventiscas, mientras que apagones han afectado a más de 500.000 hogares.

En Oklahoma y Texas, estructuras quedaron destruidas por tornados EF1 y el tráfico aéreo sufrió severas interrupciones, con más de 800 vuelos cancelados y miles retrasados.

El Servicio Meteorológico Nacional advierte que la tormenta seguirá su curso con peligros persistentes. En Alabama, Florida y Georgia, se mantiene la alerta de tornados nocturnos, que históricamente han sido más letales. Se espera que las lluvias cesen el jueves, pero los vientos intensos continuarán afectando a millones de personas en la región.

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