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Un grupo de 177 migrantes venezolanos que permanecían detenidos en la base naval de Guantánamo, en Cuba, fueron deportados a Venezuela, donde fueron recibidos por las autoridades. El traslado se realizó el jueves por la noche en un avión de la aerolínea estatal Conviasa, que hizo escala en Honduras antes de llegar a Caracas.
Allí, los migrantes fueron entregados a funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, quien había gestionado su repatriación.
A su llegada, los deportados, vestidos con ropa deportiva gris y mascarillas rojas, descendieron en fila de la aeronave y fueron recibidos por el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello. El funcionario aseguró que todos recibirían atención médica y que se verificaría si alguno tenía causas pendientes con la justicia.
Durante la transmisión televisiva del desembarco, algunos de los repatriados entonaron el himno nacional y denunciaron que fueron “secuestrados” en Guantánamo.
Cabello afirmó que 38 de los deportados tienen registros policiales y que uno de ellos posee código rojo de Interpol por un delito en Ecuador. Según un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., al menos 126 de los repatriados enfrentan cargos o condenas, mientras que 80 estarían vinculados al Tren de Aragua.
El gobierno venezolano, que niega la presencia de esta organización en el país, calificó las acusaciones como una estrategia de Washington.
