Las embajadas de EE. UU. han exigido a sus contratistas en el extranjero que certifiquen la eliminación de programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), en cumplimiento con un decreto del presidente Donald Trump.
Según cartas enviadas a empresas en varios países, el Departamento de Estado advierte que esta certificación es clave para garantizar los pagos gubernamentales. La medida extiende la política de la administración republicana más allá de sus fronteras, generando preocupación en sectores empresariales y diplomáticos.
BFMTV, medio francés, obtuvo una de estas cartas, que recalca que la orden de Trump se aplica a todos los proveedores del Gobierno estadounidense, sin importar su nacionalidad o ubicación. En Bélgica, el gobierno investiga si la exigencia viola la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, mientras que la Comisión Europea ha solicitado más detalles antes de pronunciarse.
En Dinamarca, la asociación Danish Industry advirtió que la presión de EE. UU. desafía los valores de inclusión defendidos por sus empresas.
La administración Trump ha desmantelado iniciativas DEI dentro del gobierno federal, argumentando que favorecen la discriminación inversa. En varias declaraciones, el Ejecutivo ha vinculado estas políticas con problemas como accidentes aéreos e incendios forestales, aunque sin pruebas concretas.
Mientras tanto, empresas y gobiernos europeos evalúan las implicaciones legales de la presión estadounidense, defendiendo que la diversidad impulsa la creatividad, la innovación y la competitividad en el mercado global.