Source: Facebook / Governor Ron DeSantis
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un paquete de leyes que refuerzan las restricciones contra la inmigración irregular, alineándose con la política de la administración Trump. Entre las medidas más severas, se establece la pena de muerte para indocumentados declarados culpables de asesinato premeditado o violación de menores.
DeSantis aseguró que las normas convertirán a Florida en el estado con la política migratoria más estricta del país, con un enfoque en la expulsión de inmigrantes sin estatus legal.
Las nuevas leyes también penalizan el reingreso al estado tras una entrada irregular, castigándolo con hasta dos años de prisión en caso de reincidencia. Además, los inmigrantes indocumentados no podrán obtener licencias de conducir ni acceder a matrículas estatales en universidades y centros comunitarios.
La legislación incluye un presupuesto de 298 millones de dólares para la contratación de más agentes y la compra de equipamiento para reforzar el control migratorio.
La iniciativa ha generado fuerte rechazo entre grupos de derechos civiles y legisladores demócratas, quienes la califican de inconstitucional. Argumentan que la pena de muerte en estos casos contradice precedentes de la Corte Suprema.
Mientras la Casa Blanca respalda los esfuerzos de deportación, la implementación de las nuevas leyes en Florida aviva el debate sobre el alcance de las políticas migratorias en Estados Unidos.