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Un grupo de migrantes deportados desde Estados Unidos a Panamá ha sido trasladado a la región del Darién, una zona selvática en la frontera con Colombia. Según medios locales, al menos 170 de los 299 migrantes que habían estado en un hotel de Ciudad de Panamá fueron llevados a Metetí, una localidad dentro del Darién. Entre ellos hay personas de Afganistán, China, India, Irán, Pakistán y otros países.
El acuerdo entre Panamá y EE.UU. permite a Washington deportar a ciudadanos de naciones que no aceptan repatriaciones directas, dejando en manos del gobierno panameño su futuro traslado. Sin embargo, la medida ha generado críticas de organizaciones humanitarias, que advierten sobre los riesgos de enviar migrantes a lugares inseguros. Una abogada panameña, que representa a una familia afectada, denunció que sus clientes podrían enfrentar represalias en su país de origen y buscan asilo en otra nación.
El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, informó que más de la mitad de los migrantes deportados recientemente han aceptado la repatriación voluntaria. Mientras tanto, en el hotel donde permanecían retenidos algunos migrantes, se reportó la fuga de una ciudadana china, lo que ha generado preocupación entre las autoridades.
La situación sigue en desarrollo, mientras se espera una respuesta oficial del gobierno panameño sobre el destino final de los migrantes.
