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La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) presentó una demanda contra el gobierno de Donald Trump por la suspensión de fondos destinados al reasentamiento de refugiados. Los obispos acusan a las autoridades de violar leyes federales al retener millones de dólares ya aprobados por el Congreso, lo que afecta gravemente su labor humanitaria.
Según la denuncia, el recorte ha provocado despidos masivos y pone en riesgo la continuidad del programa más grande de apoyo a refugiados en el país.
El arzobispo Timothy Broglio, presidente de la USCCB, calificó la medida como un obstáculo para la misión de la Iglesia de proteger a los más vulnerables. “De un momento a otro, nos vemos incapaces de atender a miles de refugiados que el propio gobierno nos asignó”, afirmó.
La USCCB sostiene que ya ha gastado millones en el programa, pero sin los reembolsos federales no podrá continuar con sus operaciones. Además, denuncian que el gobierno intenta desmantelar el sistema de acogida con acciones que causan un daño irreparable.
La demanda, presentada en el tribunal federal del Distrito de Columbia, señala a los departamentos de Estado y de Salud y Servicios Humanos, liderados por Marco Rubio y Robert F. Kennedy Jr., respectivamente. Ambas agencias gestionan los programas de reasentamiento, pero no han respondido públicamente a las acusaciones.
La USCCB asegura que aún espera recibir 13 millones de dólares en reembolsos y advierte que el programa será insostenible si el gobierno no cumple con sus obligaciones legales.