Source: Houston Chronicle/Hearst Newspapers / Getty
Durante el primer mes de Donald Trump en la presidencia, más de 20,000 inmigrantes indocumentados fueron arrestados, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). La administración lanzó una ofensiva contra la inmigración, con un ritmo de detenciones que superó al registrado durante el gobierno de Biden. En el último año fiscal, ICE realizó aproximadamente 33,000 arrestos generales, una cifra que Trump busca superar drásticamente.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, defendió las medidas, asegurando que buscan “deportar a criminales extranjeros ilegales” y reforzar la seguridad fronteriza. Sin embargo, la administración ha mostrado frustración con el ritmo de los arrestos, lo que llevó a la destitución del director interino de ICE la semana pasada.
Para acelerar las deportaciones, Trump ordenó rastrear a menores inmigrantes no acompañados y evalúa aplicar poderes especiales usados en tiempos de guerra.
Algunas de sus medidas han sido frenadas en los tribunales, incluyendo la reciente suspensión por un juez federal en Seattle de su orden para bloquear el ingreso de refugiados.
La creciente presión sobre las comunidades inmigrantes ha desatado críticas y preocupación entre grupos defensores de los derechos humanos, mientras la Casa Blanca insiste en que continuará endureciendo su política migratoria.