Rusia ha condicionado un alto el fuego en el Mar Negro al levantamiento de algunas sanciones occidentales, horas después de que EE. UU. anunciara un acuerdo con Ucrania para detener los ataques.
El Kremlin exige la eliminación de restricciones al banco estatal Rosselkhozbank y el restablecimiento del acceso ruso al sistema Swift antes de cesar sus operaciones marítimas. Sin embargo, la UE tendría que aprobar estas medidas, algo poco probable ante su respaldo a Kiev.
El anuncio se da tras nuevos ataques rusos con drones sobre la ciudad portuaria de Mykolaiv, lo que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky calificó como una señal de que Moscú no busca la paz.
Mientras tanto, Donald Trump sugirió que Rusia podría estar demorando intencionalmente el conflicto, aunque reafirmó su compromiso con un cese de hostilidades. Kiev, por su parte, rechaza la exigencia de alivio de sanciones y acusa a Rusia de manipular los acuerdos alcanzados en las recientes conversaciones de paz en Arabia Saudita.
El Mar Negro es clave para la economía ucraniana, afectada desde que Rusia abandonó la Iniciativa de Granos en 2023 y declaró a los buques con destino a Ucrania como posibles objetivos militares.
Washington aseguró que el acuerdo busca restaurar la seguridad en la región y reabrir las rutas comerciales, mientras Ucrania y Rusia trabajan en medidas para proteger su infraestructura energética. Sin embargo, la falta de consenso deja en duda la implementación de la tregua.
