El presidente Donald Trump revocó el acceso a información clasificada de Joe Biden, Kamala Harris y otros 13 adversarios políticos, alegando que ya no es de interés nacional que mantengan esos privilegios.
La decisión, anunciada en un memorando oficial, también prohíbe a los afectados ingresar a edificios gubernamentales, marcando un nuevo episodio de tensiones políticas en Washington.
Entre los nombres destacan el exsecretario de Estado Antony Blinken y el exasesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan, figuras clave en la política exterior de la administración Biden.
También fueron despojados de sus credenciales Adam Kinzinger, excongresista republicano que investigó el asalto al Capitolio, y Alvin Bragg, fiscal que llevó a Trump a juicio en Nueva York. La medida parece ser una represalia por la decisión de Biden en 2021 de negar acceso a Trump a secretos de Estado tras el ataque del 6 de enero.
Trump ya había insinuado en febrero que retiraría estos accesos, señalando que Biden y su equipo no deberían recibir información confidencial. La Casa Blanca aún no ha respondido a la decisión que aviva el clima de confrontación.
