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El presidente Donald Trump firmó un decreto para designar al inglés como idioma oficial de Estados Unidos. La medida, sin precedentes en la historia del país, busca reforzar la identidad nacional y unificar a la población bajo una lengua común.
El decreto revoca una orden ejecutiva del expresidente Bill Clinton que obligaba a los organismos federales a brindar asistencia a quienes no hablaran inglés. Sin embargo, se permitirá que algunas agencias sigan ofreciendo servicios en otros idiomas, aunque sin la obligación de hacerlo.
Funcionarios cercanos a la administración señalaron que la decisión responde a un esfuerzo por fortalecer la cohesión nacional y simplificar la comunicación gubernamental.
La medida genera debate en un país con gran diversidad lingüística, donde millones de personas utilizan el español y otros idiomas en su vida diaria.
