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El gobierno de Donald Trump revirtió su decisión y permitirá que organizaciones jurídicas reanuden la asistencia a niños migrantes no acompañados en Estados Unidos. La medida llega pocos días después de haber ordenado la suspensión del programa, lo que desató críticas y preocupaciones sobre el acceso al debido proceso de miles de menores.
El Acacia Center for Justice confirmó que el gobierno canceló la orden previa y autorizó nuevamente la prestación de servicios legales. El programa, financiado por un contrato de 200 millones de dólares, brinda representación a unos 26.000 niños y orientación a otros 100.000.
La decisión se produce tras la presión de diversas organizaciones y la movilización pública, que en menos de dos días envió más de 15.000 cartas al Congreso exigiendo la reanudación del programa.
A pesar del cambio de postura, defensores de los derechos de los migrantes advierten que la incertidumbre persiste, ya que la continuidad del programa debe renovarse en marzo. Michael Lukens, del Amica Center for Immigrant Rights, expresó su inquietud por los constantes ataques a los derechos de los niños. Mientras tanto, líderes de organizaciones como Kids in Need of Defense instan al gobierno a garantizar la estabilidad de estos servicios esenciales para los menores más vulnerables.
