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Estados Unidos ha suspendido las operaciones y la planificación de ciberataques ofensivos contra Rusia, según un alto funcionario estadounidense. La decisión llega en un momento en que la administración Trump busca mejorar las relaciones con Moscú, lo que ha generado preocupación en la comunidad de inteligencia.
Expertos advierten que esta pausa podría exponer a EE. UU. a ataques rusos, dado el sofisticado aparato de hackers con el que cuenta el Kremlin.
El Comando Cibernético de EE. UU., responsable de la seguridad digital del país, había trabajado en operaciones dirigidas a debilitar las capacidades rusas. Sin embargo, la orden de detener estas acciones podría afectar la capacidad de respuesta ante amenazas cibernéticas emergentes.
Jason Kikta, exfuncionario del organismo, advirtió que interrumpir la planificación puede hacer que las estrategias ofensivas queden obsoletas y pierdan efectividad.
Esta decisión se produce en un clima de tensión tras el enfrentamiento entre Donald Trump y Volodymyr Zelensky en el Despacho Oval. Mientras Europa refuerza su apoyo a Ucrania, Washington ha dado señales de distanciamiento.
Analistas señalan que la pausa en la ofensiva cibernética podría ser una concesión para Moscú, en un intento de redefinir la postura estadounidense en el conflicto.
