El fútbol se enfrenta a una creciente amenaza de amaños de partidos, un fenómeno que no solo busca alterar los resultados finales, sino también manipular situaciones dentro del campo, como forzar tarjetas amarillas. Según el departamento de Integridad de LaLiga, los amaños ya no se limitan a competiciones en curso, sino que se intentan desde el primer día de la temporada.
Actualmente, dos casos destacados, el de Paquetá en la Premier League y Kike Salas en España, están siendo investigados. Las instituciones del fútbol, por su parte, advierten a los jugadores sobre las nuevas estrategias utilizadas para amañar los partidos, incluyendo ofertas de pago en criptomonedas y extorsión directa.
La amenaza de los amaños no solo proviene de grupos organizados, sino también del entorno cercano a los futbolistas, quienes a veces se ven tentados a manipular tarjetas o jugadas para ganar dinero extra. LaLiga ha destacado que este tipo de delitos constituyen un fraude, ya que vulneran el principio del azar inherente al deporte.
Además, las autoridades se mantienen vigilantes no solo sobre los futbolistas, sino también sobre sus entornos, alertando que la vinculación con apuestas deportivas es un delito penado por la ley, con consecuencias tanto deportivas como penales.
LaLiga de España ha adoptado medidas preventivas para combatir esta amenaza, con talleres de integridad dirigidos a jugadores y clubes. Estos talleres buscan sensibilizar a los jugadores, y en particular a los más jóvenes, sobre los riesgos de caer en estas prácticas ilegales. Además, se han implementado sistemas de monitoreo en tiempo real para detectar cualquier anomalía durante los partidos, especialmente durante las apuestas en directo, que presentan mayores riesgos.
El caso de Kike Salas, detenido por presuntamente manipular tarjetas amarillas para beneficiar apuestas, ha puesto de relieve la gravedad de la situación, sirviendo como advertencia para los futbolistas sobre las consecuencias de caer en estas prácticas.
