El Gobierno de Estados Unidos advirtió que impondrá sanciones “nuevas, severas y progresivas” a Venezuela si no acepta el ingreso de sus ciudadanos deportados. La medida llega tras el envío de más de 200 venezolanos a El Salvador sin revisión judicial previa, lo que Caracas calificó de “secuestro”. Washington asegura que los deportados están vinculados con la banda criminal Tren de Aragua, aunque no ha presentado pruebas.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, insistió en que el gobierno de Nicolás Maduro debe permitir un flujo constante de vuelos de deportación “sin excusas ni demoras”.
Bruce subrayó que la decisión “no es negociable”, recordando que la política de expulsión se ampara en una ley de 1798 que permite deportaciones rápidas en caso de amenazas a la seguridad.
Además, el acuerdo entre EE.UU. y El Salvador incluye una partida de 6 millones de dólares y la entrega de dos líderes de la Mara Salvatrucha junto a otros 21 presuntos pandilleros. Washington también busca que el Congreso apruebe ayuda para el sistema penitenciario salvadoreño, reforzando su estrategia de seguridad en la región.